SAMSKARA

SAMSKARA: una nouvelle ero-guro-benetiana

Novedad de CAZADOR DE RATAS: 

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Samskara es una nouvelle ero-guro, es decir, dedicada al mundo de la perversión y la crueldad, como el subgénero japonés nacido en los años 30 y cultivado posteriormente por algunos mangakas traumados por los efectos de las grandes guerras y el liberalismo/expansión de la pornografía. Se trata de un juego metafísico, un homenaje a mangas actuales como los de Shintaro Kago o Junji Ito, con el toque hispano que marca la herencia estilística de Juan Benet.

Sinopsis: La ciudad de N, en una realidad aceleracionista, es el mapa astral de las depravaciones del alma. Vive allí Drobosky que, afectado por una extraña dolencia, lleva 264 meses de crisis continuada, eyaculando sangre cuando su presente se torna excesivamente novelesco. Para superarla tejerá un plan, si los samskara no se lo impiden, ni su nuevo empleo, ni sus amistades: como Bukowskina, el Guerrero Moístapunk o el Novelista Chandalero. ¿Lo logrará?

Con una prosa áspera, contundente e irónica, el autor nos ofrece la actualización del ero-guro para el nuevo milenio: el portal a un cruel reino de perversión en espiral.

“Aviso parental: este libro eyacula sangre, lame ojos y escupe trap” Colectivo juan de madre  – Colectivo Juan de Madre

Se trata de una novela con una estética cerrada plegada sobre sí misma, siguiendo la estela más experimental y de género de Robert Coover (Noir, Ciudad fantasma), en el que no importa tanto el sentido como el propio ritmo y la estructura en espiral. También tiene influencias del orientalismo de Mario Bellatín. La acción no trascurre en ningún lugar identificable –la ciudad de N-, se trata de un universo cerrado, sin demasiadas referencias reales o temporales, hecho para funcionar en bucle.

A nivel de género y de ponerle etiquetas, de una novela ero-guro benetiana. Benetiana por las piezas largas de texto, el barroquismo con los adjetivos y las frases largas. Ero-guro es el diminutivo en japonés de “erótico-grotesco y sinsentido”, una corriente artística de los años 30. Los maestros que más me han influido son Edogawa Rampo, Suehiro Maruo y Shintaro Kago. El reto ha sido llevar un universo visual al papel empleando sólo las palabras.

Personajes: Drobovsky (protagonista adicto a la cayena), Bukowskina (novia cuidadora de ruinas), Eliette (actriz de porno extremo), M.A.L. (Médicos Asociados Librepensadores), Pegajoso (el Novelista Chandalero,) Akram (superhéroe con quien comparte sofá y adicción), Vecinas Nu (vecinas locas).

UN FRAGMENTO:

En ese proyecto de originalidad tan yuxtapuesto con respecto a la agonía de las influencias, aunque por ello hiperconsciente de la tradición, pues el único modo de no repetir algo parece ser asegurarse de que no ha acontecido con anterioridad, Pegajoso efectúa un doble salto hacia adelante que no tiene sentido racionalizar, ni tratar de exponerlo tan siquiera, así que lo expresaré a través de dos imágenes.

Como mucho, haciendo un paréntesis, me atrevería a decir que se trata de un proyecto desaceleracista en el sentido de que busca que ciertos procesos tecnológicos del turbonecrocapitalismo no se expandan y reutilicen como si se tratara de una licencia Creative Commons, sino que pretende que se concentren como una vieja fórmula alquímica hermética, para que solo ciertas clases de enfermos mentales sepan encontrarlos. La primera es aquella entrevista a un trapero en la que, cuando le preguntaron qué era el trap, enseñó el chaleco antibalas de su colega y las bolsitas con cayena escondidas en el forro del cinturón. Los ejemplos son trucos mágicos de la totalidad, como tratar de atar a todos los elefantes del mundo con un pequeño ovillo hecho de fonemas. La segunda imagen, no por ello menos importante, es la del enfermo de Trastorno Obsesivo-Compulsivo que ha logrado deconstruirse totalmente, sanar, que promete no volver a revisar las cosas por tercera vez, y que al cabo de diez años, tres divorcios, un colosal dolor de espalda constante y la deuda de una madre ludópata, vuelve a limpiarse las manos diez veces, se orina en los ascensores que cree sucios según criterios mágicos y, finalmente, se quema las manos con ácido.

Eso es lo que pretende hacer Pegojoso con el género, con un involuntario tono millenial que se niega a reconocer. Por último, porque me pagan por artículo y no por la extensión del mismo, y yo siempre digo que los lectores mueren y que no hay que entretenerlos demasiado, no podría terminar de otro modo que con la caballeresca costumbre del prologuista de comparar la obra del autor con la suya propia, corroborando subrepticiamente que son capaces de capturar el aire del tiempo de su generación, en ningún modo porque hayan visto la misma estúpida película, de nuevo un truco de magia para el lector, en este caso como el mago que, tras hacerse un agujero en el pantalón, como primer truco, te pide que pongas la mano dentro, que hay un conejo, y entonces encuentras su miembro, como si aquello fuera una promesa de calidad de lo que está por venir. En ningún caso es esto publicidad de mi proyecto actual, ni intento de futuro hype. En este caso se trata de un párrafo que, con variaciones, se repite en nuestras obras, dejo en sus manos que descubran el quién es quién, que en caso de ansiedad quedará resuelto cuando encuentre el fragmento del legendario Novelista Chandalero en la novela que empezará a continuación:

¿Eres deseable? ¿Eres irresistible? Si abrieras conmigo un Bourbon, si pudiera sentir el picante de su sangre en tu coño al penetrarte, sentir tu cuerpo desnudo oliendo a mierda mientras follamos sobre sus huesos, me vendría bien y así aumentaría mi estima por ti. Si derramaras sus jugos internos sobre tu cuerpo diciéndome: bébete esto… si te abrieras de piernas y la linfa cayera por tus pechos… y dijeras bébetelo… entonces podría enamorarme de ti… porque entonces tendría un buen motivo para limpiarte y eso, eso… demostraría que sirvo para algo. Te lamería entera para que pudieras irte a descuartizar con otro. Y entonces te diré que estoy enamorado de ti. Pero tal y como están las cosas no estoy aquí para meter por la fuerza mi alma retorcida en la tuya».

¿Eres deseable? ¿Eres irresistible? Si jugaras a los agujeros prohibidos conmigo, si pudiera sentir el calorcillo de tu intestinos en la punta de mi glande, sentir tu esfínter dilatándose oliendo el picante que comiste la noche anterior mientras follamos, me vendría bien y así aumentaría mi estima por ti. Si derramara dentro de tu cuerpo y separaras las nalgas diciéndome: bébete esto… sí abrieras tu culo y el semen fluyera por el cuerpo pireneal y dijeras bébetelo… entonces podría enamorarme de ti… porque entonces tendría un buen motivo para limpiarte y eso, eso… demostraría que sirvo para algo. Te lamería entera para que pudieras irte a ser sodomizada por otro. Y entonces te diría que estoy enamorado de ti. Pero tal y como están las cosas no estoy aquí para meter por la fuerza mi polla retorcida en tu precioso ano».

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